Mientras se celebraba por parte del Sindicato Policial de Soriano que en Mercedes no quedaban efectivos cumpliendo los servicios “1010”, asignados a la custodia de víctimas de violencia de género por distintas razones, en la tarde de este jueves surge una nueva. La situación es compleja puesto que hasta hace unos días había cinco casos de este tipo lo que había restado funcionarios a lo que tiene que ver con la tarea en las seccionales policiales y al patrullaje mismo. Hoy por distintas causas ese servicio no se está prestando-salvo el de mención- porque en una de ellas se procesó al agresor, como fue el último episodio, “por violar las medidas cautelares dispuestas por la Justicia”, en otra la víctima solicitó no tener más la custodia policial porque “entendía le perjudicaba directamente” y en otro caso fue por llegar “a un acuerdo entre la Jueza, la víctima y el victimario”.
El tema es que la Justicia determina la colocación de la pulsera, al carecer de la misma el Ministerio del Interior habilita el protocolo que es la custodia.
La Situación
En diálogo con Crónicas el representante del Sindicato Policial, Juan Naglieri explicó que “estamos atentos a la situación, solicita a los Jueces y Fiscales que hagan uso de la Ley como corresponde y dispongan la colocación de la tobillera de manera efectiva”.
Sostuvo que de esa manera lo que se está haciendo desde la gremial es “exigirle de alguna manera al Ministerio para que requiera de forma enérgica para que lleguen las tobilleras.
El tema es que no hay un número concreto de esta herramienta para ningún departamento y para el nuestro tampoco sino que las que van sobrando se van enviando a otros lugares que las necesiten. Estamos pidiendo que en la medida de lo posible se ordene la colocación de las tobilleras y que al mismo tiempo los Fiscales y Jueces procesen a los agresores como lo indica la ley para delitos graves como el de la violencia de género. Deben ser formalizados con prisión preventiva por 30, 60, 90, 120 o los días necesarios y eso sería una gran solución para nosotros a nivel funcional porque de esa forma tendríamos tiempo para gestionar la tobillera”.
El Sistema
Naglieri explicó asimismo cómo es el sistema del uso de tobilleras. En ese sentido manifestó que existen dos tipos, una que es para violencia doméstica y otra para prisión domiciliaria. Hay algunos procesados con prisión domiciliaria para quienes la Justicia determina que se les coloque una tobillera. Esta tiene un sistema diferente porque a través de un GPS se va monitoreando y manda mensajes automáticos al Centro de Comando Centralizado. Mientras tanto, la tobillera para los casos de violencia de género cuenta con dos dispositivos. Uno de ellos lo tiene la víctima y suena al acercarse el agresor al espacio predispuesto por la Justicia y al mismo tiempo da una señal al Centro de Comando pasando a ser “prioridad uno” el caso y se envía inmediatamente al lugar donde se encuentra la persona perjudicada, un móvil con una fuerza mínima de dos policías para verificar la situación. En algunos casos se trata de un acercamiento y en otras en ocasiones, está agrediendo nuevamente a la víctima y se actúa en consecuencia.
La Guardia Republicana
Por otra parte Naglieri reiteró, que de cinco casos en los cuales se afectaban funcionarios al servicio “1010” sólo queda uno que surgió en la tarde de este jueves. Manifestó que “un caso se puede manejar, pero no cinco porque quedarían nuevamente las seccionales sin efectivos. Eso se lo hicimos saber al Jefe de Policía y tras el análisis en forma conjunta quedó claro que si llegaran a adjudicarse cinco o más casos, se va a recurrir a la Guardia Republicana para que lleve adelante el patrullaje”.